Alexis Minkiewicz: Rep(úb)lica by de Sousa Galería

Museo MARCO, septiembre 2019 - febrero 2020.
La Boca, Buenos Aires, Argentina

_OBRAS

Alexis Minkiewicz vuelve constantemente a motivos ornamentales de finales del siglo XIX y principios del XX. Trabaja con materiales tradicionales del quehacer artístico y se sumerge en un cuestionamiento ideológico de la producción estética durante los albores del estado-nación argentino. Realiza una crítica dialéctica desde las propias materialidades y narrativas de una época hurgando el dedo en la llaga de los traumas heredados. Pervierte la aparente nobleza de sus diseños urbanos y motivos escultóricos para dar cuenta de los magmas subterráneos del deseo y de la represión implícita en los preceptos clásicos de orden y austeridad.
Se entrega con pasión al boceto como una suerte de aprendiz de la tradición academicista que adquiere el oficio a través de la copia de obras maestras y paisajes circundantes. Sin embargo, resulta un estudiante descarriado que fetichiza el fragmento, exhibe un gusto por lo inacabado, y fantasea sobre el erotismo presente en el entorno construido. Así nacen dibujos en grafito con perspectivas aberrantes, esculturas de cera desmembradas y ensamblajes monstruosos a lo Frankenstein. En su obra, desborda sexualizado el placer inherente a todo gesto ornamental. Ya sea el tronco de un árbol o un monumento de mármol, todo se convierte en carne, cuerpo y fuerza desde la mirada curiosa de la disidencia sexual.
En Rep(ú)lica, el monumento que corona el edificio del Congreso se muda a La Boca. La República ahora pende invertida y se convierte en un cuerpo inestable por la fuerza de su propio peso. Ha perdido los laureles, las riendas, el carro y tres de sus caballos. De la cuádriga, permanece un solo animal que muta a la figura indomable y fecunda del padrillo. Éste contempla a la República con una mezcla de terror y placer mientras ella le devuelve una mirada en éxtasis. Antropomorfizado, yace de patas abiertas en una cama de hierro cuya cabecera porta el motivo de la reja del Congreso.
Minkiewicz construye una réplica grotesca en arcilla y cera, materiales empleados respectivamente para el boceto y el molde de la escultura en bronce. De monumento inalcanzable, el conjunto escultórico se desploma del palacio legislativo como su pedestal. Junto con el bronce, la República pierde el carácter de ideal y renace metafóricamente como un modelo para armar tras la pequeña muerte de un orgasmo. Al pervertir los elementos narrativos del original, Minkiewicz retoma la tradición del grotesco que coloca forma y argumento en contradicción resquebrajando el ideal clasicista de orden. Si el original del escultor veneciano Víctor de Pol es una imitación colonizadora, en su ideario grecorromano, la intervención de Minkiewicz opera críticamente desde su interior como una puesta en abismo. Constituye una réplica profanada de una réplica de estilo que es, a su vez, la manifestación estética de una réplica política: el proyecto europeizante de nación que instalan las élites americanas en el S. XIX.
La proyección de una fantasía erótica corrompe la alegoría triunfal y contrasta a la figura simbólica con la actualidad de un mundo neoliberal cuyas democracias ensanchan la brecha entre ricos y pobres. Pone en crisis a la normatividad puritana y burguesa de la escritura patriarcal en un cuerpo femenino que se pretende puro y de la participación política como espacio meramente intelectual. Recuperando la potencia emancipatoria del deseo, Minkiewicz monumentaliza la contracara de la vida pública en el ágora y el senado: las bacanales griegas y las orgías romanas. Así, Rep(úb)lica se transforma en un paramonumento contestatario que yuxtapone la acción de replicar como argumentar en contra y de la réplica escultórica como una reescritura desde el cuerpo. Contra los monstruos que engendra el sueño de la razón, irrumpe con fuerza transformadora la rebelión de la carne.

Texto por Leandro Martínez Depietri

XXIV PREMIO KLEMM 2020 by de Sousa Galería

El Premio Federico Jorge Klemm a las Artes Visuales se presenta anualmente, e ininterrumpidamente, desde 1996. Dos obras premiadas (Primer y Segundo Premio) ingresan a la Colección Patrimonial cada año, como modo exclusivo de adquisición, conformando a lo largo de ya 24 años, una extensa sección de la colección dedicada al arte argentino contemporáneo.

Jurado de selección y premios:
Rodrigo Alonso
Mercedes Casanegra
Verónica Gómez
Teresa Riccardi
Santiago Villanueva

Artistas seleccionados:
Andrés Aizicovich, Manuel Aja Espil, Julieta Barderi, Daniel Basso, Laura Códega, Mariano Dal Verme, Julián D’Angiolillo, Diego de Aduriz, Valentín Demarco, Tobías (Toto) Dirty, Martín Farnholc Halley, Diego Figueroa, Gabriela Golder, Carla Grunauer, María Guerrieri, Matías Guirao, Mónica Heller, María Emilia Hendreich, Carlos Huffmann, Lido Iacopetti, Guillermo Iuso, Luciana Lamothe, José Luis Landet, Federico Lanzi, Santiago Licata, Lulú Lobo, Ana López, Rodolfo Marqués, Renata Molinari, Alita Olivari, Alberto Passolini, Leticia Piazza, Tiziana Pierri, Andrés Piña, Silvia Rivas, Luciana Rondolini, Graciela (Gachi) Rosati, Alan Segal, Leila Tschopp, Agustina Wetzel


https://www.fundacionfjklemm.org 

2021: Lido Iacopetti by de Sousa Galería

Aldo de Sousa
Del 23 de noviembre al 31 de diciembre de 2020
Buenos Aires, Argentina.

Se acerca el final de la vuelta que da la tierra al rededor del sol y encuentra a Lido Iacopetti presentando su almanaque 2021.

Con sus 84 años, Lido aún recuerda los calendarios de Florencio Molina Campos colgados en el almacén de su tío. Desde entonces, admira al autor por su originalidad, su capacidad, por todo. Continuando con ese legado, hace 28 años que realiza almanaques. Desde el 2002, más de dos mil ejemplares se comercializan anualmente, los fondos en su totalidad son destinados a la Fundación para la Promoción del Bienestar del Niño de Pro Infantia de La Plata.

Para cada edición, Iacopetti realiza una serie de obras específica. Este año, cada una de las cuatro pinturas que la integran fueron hechas además sobre un grupo de bastidores encastrados. Ese modo de producción está inspirado en las propias obras que el autor realizara en la década del setenta, de contorno irregular y fragmentario, como si en cada pieza uno podría encontrar múltiples escenas. Sugerentemente, encuentra que ambos momentos fueron de re-estructuración para la humanidad.

En el pasado, Lido ya realizó ofrendas ambulantes, una serie de eventos como happenings en los que regalaba dibujos en lugares públicos, hechos sobre papel plegado de forma similar a las pinturas de 2021. También un programa de exposiciones en zapaterías, parrilladas o rotiserías de la ciudad. Este es otro episodio de esa misión por hacer de su arte un hecho popular, “Plasmar el símbolo universal que nos represente a TODOS, sin sectarismo ni divisionismo, sin avasalladores ni avasallados; sin explotadores ni explotados. Crear un mundo donde la armonía interna del ser se identifique con el cosmos, porque esa identificación permite la comprensión y cuanto más se comprende más se ama” (Iacopetti, 1973).

MATRIZ by de Sousa Galería

Aldo de Sousa
9 de octubre al 13 de noviembre de 2020
Buenos Aires, Argentina.

Los nombres con Z

Con el transcurrir del tiempo las tejas estilo colonial de barro colorado, que fueron construidas con el mismo procedimiento meticuloso y arcaico con el que se realizaron varias de las piezas que integran esta exposición, estarán cubiertas por una capa felpuda de musgo.  El manto verdín de terciopelo brota incentivado por el clima húmedo que caracteriza nuestra zona. Se considera que dicho proceso es propio del agua acumulada. Esa es la templanza (¿estar podrida?) que evoca Débora Pierpaoli en sus obras recientes.
La pintura es una de esas instituciones predispuesta para un modo de circulación discursiva. El retrato, uno de sus favoritos. Estas figuras de mirada esquiva, bocas que fuman y pelo desordenado, afloran como soporte de otros pensamientos. Así lo demuestran las máscaras que las cubren y que uno podría sacar y poner con libertad de acuerdo al humor con que nos encuentren estos días de confinamiento.
También hay moños o lazos que lejos de su tradicional vocación ornamental, parecen invocar a los procesos de sujetación: “estar atado a”. La pintura podría ser entendida como molde que genera una serie de calcos imperfectos en los cuales Débora busca las marcas y la actitud de cada uno. Una entidad generadora de otras que se repliega sobre sí misma al reproducir una obra adentro de otra obra. Y así, paulatinamente, organiza una red extraña y familiar de vasijas rotas, imágenes de crianza que componen un trozo entre lo autobiográfico y la autoficción.

Ángeles Ascúa