BETO ÁLVAREZ
Buenos Aires, 1985

En la obra de Beto Álvarez el oficio y los procesos técnicos son siempre el punto de partida. Le interesa la tensión entre la materialidad y el concepto, explorando cómo el uso del poder, la sexualidad y la investigación sobre el cuerpo personal se inscriben en la forma.

Concibe el cuerpo como un territorio de disputa. Trabaja con la carga conceptual de los materiales y su relación con la historia del arte, especialmente con los movimientos y líneas de trabajo que han definido la escena argentina, en particular la porteña.

A Beto Álvarez le interesa la dualidad del deseo y el fuego como herramienta de construcción y destrucción, como un gesto que define y transforma. Su práctica es una negociación constante: entre el oficio y la experimentación, lo bello y lo monstruoso, la idea y la materia, lo íntimo y lo colectivo. Cuerpos que resisten, respiran y mutan.

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Estudió Artes Visuales con orientación Escultura en el IUNA. Asistió a talleres y clínicas de obra de Marina de Caro, Emiliano Miliyo y Diana Aisenberg. Participó del taller de producción teórica a cargo de Pablo Siquier y Agustín Fernández (2015) y del taller de escritura a cargo de Silvia Gurfein.

Fue seleccionado en el Marabunta Studio Visit (2015) y en la Bienal de Arte Joven donde tomó clínicas con Rafael Cippolini. Su trabajo fue expuesto de manera individual en el Centro Cultural Recoleta, en PIEDRAS galería, Galería Naranja Verde e Isla Flotante. Ademas participó en exposiciones colectivas entre las que se distinguen la de la Universidad di Tella, Fundación Lebensohn, galería Grasa y el Centro Cultural Konex.